La madre arquetípica incluye nuestra madre física, nuestra relación con la maternidad, con nuestros hijos (físicos o creaciones), la capacidad de cuidar, el dar, la sensación de sentirte nutrido y amparado por la vida, la entrega, la nutrición física y emocional… y mucho más.. Todo se fragua antes de nacer… incluso antes de ser fecundados.. Las memorias de nuestro clan, vidas pasadas, y toda la experiencia de llegada al mundo, dibujan un mapa, que cristaliza en nuestro inconsciente, en nuestras células, tomando el poder, activando el niño o la niña herida constantemente. Esta práctica sana nuestra línea ancestral y las generaciones futuras. Este este es el principio.. no importa por donde empieces, pero te animo a dar el primer paso. Aunque hay múltiples métodos para sanar esta herida, que no detallaremos ahora, pero lo primero e imprescindible es tomar conciencia de esto: solo tú adulto puede darte lo que sientes que no has recibido. Ahí encontrarás petróleo!! De la misma manera en que nuestros padres están en nosotros, nosotros también estamos en nuestros hijos o en la próxima generación. Esta página web usa cookies Hemos abandonado a este niño durante mucho tiempo. Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Luego mirábamos nuestras fotos en silencio mientras alguien guiaba la meditación del libro “Reconciliation: Healing the Inner Child”. Es tiempo de auto-creación. Yo soy una continuación de mi madre. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en "Aceptar" estarás dando tu consentimiento a esto. Ayudar al niño de cinco años que es mi padre en mí nos sana a los dos a la misma vez. "El trabajo sobre sí mismo está en no mirar, ni juzgar a los demás, sino comprender que todo lo que está a mí alrededor, está en mi interior". Si.. incluso si la experiencia ha sido dolorosa.. ha sido tu elección. Los sentimientos por nuestra madre pueden ser muchos, desde sentir un agradecimiento y afecto enormes por habernos entregado lo mejor, hasta profesar el total abandono de su parte. Thay nos invita a practicar respirando con suavidad y mirando la foto de papá cuando era niño: “Inhalando, veo a mi papá como un niño de cinco años. Mi padre y yo no somos realmente dos entidades separadas. Así que la herida y el dolor continúan dentro de ella. Recuerda que os elegisteis. “Veremos que el niño nos responde, y él o ella comienza a sentirse mejor. ¿Qué le dirías?. Implica cuidarnos con integridad. Consejos del Conejo © Todos los derechos reservados. Una de las lecciones más importantes que aprendí en la tradición del maestro zen vietnamés Thich Nhat Hanh fue comprender las fiestas del Día de las Madres y el Día de los Padres de una manera nueva. Guardar mi nombre, correo electrónico y web en este navegador para la próxima vez que comente. Acúnate, cántate una canción, bésate, regálate unas dulces palabras… siempre que necesites.. Y… suelta el enfado.. puedes vivir en paz. Respiramos con suavidad, y durante cinco minutos, repetimos en nuestra mente: “Inhalando, me veo a mí misma como una niña de cinco años. No importa lo que tu madre hoy diga o haga, la herida es pasada, y también su resolución. Ello no implica condonar, ni tampoco exponernos nuevamente al maltrato de alguna figura de autoridad de nuestro pasado. Son nuestra continuación y nos llevarán dentro de ellos en el futuro. Thich Nhat Hanh, conocido como Thay, recomienda practicar esta meditación todos los días durante varios minutos. Si no transformamos el sufrimiento en nosotros, se lo pasaremos a nuestros hijos. Mirando la foto de mamá cuando era pequeña, repetimos suavemente: “Inhalando, veo a mi mamá como una niña de cinco años… Exhalando, le sonrío a la niña herida de cinco años que fue mi mamá”. Palabras que remueven los cimientos, abren y cierran el corazón, dibujan una sonrisa en los labios, o traen agridulces lágrimas. Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario. Pero podemos hacer.. podemos sanar… de hecho.. ES VITAL!! Si lo prefieres, observa como te relacionas con cuidar, y que te cuiden. Al apoyar a la niña de cinco años que era mi madre y que todavía vive en mí, la ayudo a transformarse y a ser libre. Dice Thay: “Nuestros padres también sufrieron cuando eran niños. Esta meditación generará compasión y comprensión directamente hacia nosotros y nuestros padres… ¿Hay acaso algún entendimiento más elevado que este?”. Si puedo transformar y sanar a mi madre y padre dentro de mí, también podré ayudarlos fuera de mí. por soniasedna | Sin categoría | 0 Comentarios. La madre y la vida van unidas, no existen la una sin la otra, tomar a la madre es tomar a la vida sin juicios y sin tapujos, es un Si a la vida, es un Si al cuidado, a la nutrición, ternura, amabilidad ; es un Si hacia un amor más grande por nosotros mismos. Quizás fue herido cuando niño. Me gusta proponer cuando se activa esa herida, cuando te sientes desvalid@, sol@, desamparad@, imaginar que un niño o niña pequeño se pone frente a ti, y te explica que es lo que le está pasando, como se está sintiendo. Cada padre o madre ha sido un niño de cinco años frágil y vulnerable. es saludable!! Esa niña pequeña que fue herida y sufrió tanto está viva en mí. Si tenemos tiempo para sanar a nuestro niño interior de manera compasiva y a los niños que hay en nuestra vida, ellos se beneficiarán, tendrán un mejor futuro y sus hijos también. Por mucho que quiera no puede darte lo que no pudo en su momento. La madre arquetípica incluye nuestra madre física, nuestra relación con la maternidad, con nuestros hijos (físicos o creaciones), la capacidad de cuidar, el dar, la sensación de sentirte nutrido y amparado por la […] Exhalando, le sonrío a mi papá como a un niño de cinco años”. Quizás fue herida, y no tenía una amiga o maestra que la ayudara a sanar. Nuestro niño interior contiene información sobre nuestra niñez y también sobre la niñez de nuestros padres. Si puedo transformar y sanar a mi madre y padre dentro de mí, también podré ayudarlos fuera de mí. “Si puedo transformar y sanar a mi madre y padre dentro de mí, también podré ayudarlos fuera de mí”. Palabras que remueven los cimientos, abren y cierran el corazón, dibujan una sonrisa en los labios, o traen agridulces lágrimas. Esa niña pequeña que fue herida y sufrió tanto está viva en mí. Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Ese niño de cinco años está aún vivo dentro de nosotros y necesita mucha compasión y atención. Las cookies de este sitio web se usan para personalizar el contenido y los anuncios.
2020 sanando a la madre