En el circuito mayor, la circulación comienza en el momento que el ventrículo se contrae y permite que la sangre oxigenada vaya a través de la arteria aorta hacia las células del cuerpo. En la mayoría de los reptiles, el plasma es incoloro o de un tono amarillo verdoso como se aprecia en algunas serpientes, y se encarga de transportar a los eritrocitos, leucocitos y trombocitos. Los cuales, se designan con números romanos (I-VI) para poder apreciar la relación evolutiva entre los vertebrados. Una de las vías lleva y recoge sangre de los pulmones. Sin embargo, el arco sistémico derecho tiende a ser más prominente de los dos, debido a los vasos adicionales que suministras. La característica principal es la división del ventrículo por medio de un tabique interventricular completo, que provoca que el ventrículo ahora se encuentre dividido en dos cámaras: ventrículo derecho y ventrículo izquierdo. Esto quiere decir que la sangre no sale de los vasos sanguíneos en su recorrido, sino que transita dos veces por el corazón (circulación doble) y llega al ventrículo para mezclarse con la sangre que va a los pulmones y la que va al resto del cuerpo. Aunque, en los embriones de reptiles podemos identificar seis arcos aórticos, en los adultos estos se han modificado, solo persisten en las formas adultas los arcos aórticos III, IV y VI. Se ha registrado la capacidad de pluripotencial, es decir, en condiciones de anemia pueden actuar como transportadores de oxígeno. Cuando la sangre ya ha pasado por todo el cuerpo y se ha recolectado el dióxido de carbono, este líquido recorre la red de capilares, los cuales se conectan en las venas cavas. Además, están presentes la tricúspide, que se sitúa al lado derecho, y la mitral, que se sitúa al lado izquierdo. Son de sangre fría y muchos de ellos pasan el invierno aletargados. No obstante, la mayoría de los cambios y modificaciones que se pueden apreciar en el sistema circulatorio de los reptiles, ocurren en el IV arco. No obstante, la principal diferencia es que el sistema circulatorio de los reptiles cocodrilianos sí es completo, debido a que la sangre oxigenada nunca se mezcla con aquella que no tiene oxígeno. En este artículo tienes toda la descripción de este sistema, incluyendo sus principales funciones y datos más interesantes. Es doble y cerrado por las mismas justificaciones que más arriba se da para el sistema circulatorio de los reptiles no cocodrilianos. La sangre sale del ventrículo: la desoxigenada en el cavum pulmonale se dirige hacia el pulmón, mientras que la sangre oxigenada en el cavum arteriosum se traslada por el canal interventricular para llegar a la base de los troncos aórticos, por donde sale. La sangre oxigenada, a su vez, circula de la aurícula izquierda hasta el cavum arteriosum, y permanecen momentáneamente mientras las válvulas aurículo-ventriculares ocluyen el canal interventricular. En el momento de la sístole, la presión es mayor en el ventrículo izquierdo, por lo que la sangre oxigenada que se encontraba en el ventrículo izquierdo ingresa a la base del arco aórtico derecho; pero, debido a la alta presión, también fluye al arco aórtico izquierdo por medio del foramen de Panizza. Estas células juegan un papel fundamental en la coagulación de la sangre, la formación de trombos y cicatrización. Sin embargo, lo que conocemos como reptiles, comprende un grupo parafiletico según la taxonomía cladista, ya que no se toman en cuenta a todos sus descendientes, se excluyen a los actuales mamíferos (pertenecientes al linaje de los sinapsidos) y a las aves (quienes están relacionadas con los cocodrilos), debido a las características que presentan estos grupos en la actualidad. Ambas son válvulas ubicadas entre los ventrículos y las aurículas. Al contraerse el ventrículo, el septo ventricular se comprime y separa el cavum venosum del cavum pulmonale.